"O está bien, o no lo está". Ese es el criterio con el que Jesús valoraba sus proyectos. Conocí a Jesús mientras ambos estábamos estudiando nuestro grado universitario. Compañeros de curso y de promoción, realizamos unos cuantos proyectos juntos de todo tipo. Incluso desarrollamos un pequeño sintetizador de audio por software casero. Y siempre atacaba a la tarea por delante bajo el mismo lema: "O está bien, o no lo está". Hasta que no tenía algo que fuese lo suficientemente bueno como para cumplir cualquier requisito o exigencia, no estaba terminado. Eso implicaba que había veces que hacía bastante más trabajo del que era estrictamente necesario, pero puedo asegurar que luego el esfuerzo merecía la pena. Da igual el trabajo que se le ponga por delante, que su actitud ante el trabajo no varía. Y siendo ingeniero, esa es la mejor actitud que se puede tener.

Un gran profesional con capacidad de trabajo en equipo y buen compañero.

"O está bien, o no lo está". Ese es el criterio con el que Jesús valoraba sus proyectos. Conocí a Jesús mientras ambos estábamos estudiando nuestro grado universitario. Compañeros de curso y de promoción, realizamos unos cuantos proyectos juntos de todo tipo. Incluso desarrollamos un pequeño sintetizador de audio por software casero. Y siempre atacaba a la tarea por delante bajo el mismo lema: "O está bien, o no lo está". Hasta que no tenía algo que fuese lo suficientemente bueno como para cumplir cualquier requisito o exigencia, no estaba terminado. Eso implicaba que había veces que hacía bastante más trabajo del que era estrictamente necesario, pero puedo asegurar que luego el esfuerzo merecía la pena. Da igual el trabajo que se le ponga por delante, que su actitud ante el trabajo no varía. Y siendo ingeniero, esa es la mejor actitud que se puede tener.

Un gran profesional con capacidad de trabajo en equipo y buen compañero.

"O está bien, o no lo está". Ese es el criterio con el que Jesús valoraba sus proyectos. Conocí a Jesús mientras ambos estábamos estudiando nuestro grado universitario. Compañeros de curso y de promoción, realizamos unos cuantos proyectos juntos de todo tipo. Incluso desarrollamos un pequeño sintetizador de audio por software casero. Y siempre atacaba a la tarea por delante bajo el mismo lema: "O está bien, o no lo está". Hasta que no tenía algo que fuese lo suficientemente bueno como para cumplir cualquier requisito o exigencia, no estaba terminado. Eso implicaba que había veces que hacía bastante más trabajo del que era estrictamente necesario, pero puedo asegurar que luego el esfuerzo merecía la pena. Da igual el trabajo que se le ponga por delante, que su actitud ante el trabajo no varía. Y siendo ingeniero, esa es la mejor actitud que se puede tener.

Un gran profesional con capacidad de trabajo en equipo y buen compañero.