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Gestionar una empresa es demasiado complicado. Empleados, clientes, proveedores, impuestos, presupuestos... Piénsalo un segundo: - Haces presupuestos para personas. - Atiendes a personas que luego llamarás clientes. - Tu no negocias con proveedores, negocias con personas que son tus proveedores. 𝐋𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬: son el eje de cualquier organización, sean grandes o pequeñas. Me refiero a las organizaciones. Clientes, proveedores y trabajadores son personas. ¿Por qué nos importa tanto un cliente motivado y no un empleado motivado? La mejor estrategia fallará si las personas ponen todo su esfuerzo en que falle. Tampoco funcionará si les da igual. Empleados comprometidos garantizan que una estrategia mediocre pueda funcionar. Spoiler: si eliges una buena estrategia, además de empleados implicados, los resultados pueden ser espectaculares. Comprometer a tu equipo no es fácil: hay que escuchar su opinión, reconocer sus aciertos y animarles en los errores. O puedes elegir el camino fácil: empleados dóciles, precios baratos y clientes tacaños. No creo que consigas mucho compromiso, pero todo es más fácil. Más fácil nunca es mejor: Piensa en la alimentación. más fácil no da mejores resultados. Piensa en el trabajo: más fácil nunca da los mejores resultados. Piensa en el deporte: más fácil nunca da los mejores resultados. Si lo que quieres es una empresa que funciona, una organización bien engrasada, una cultura basada en la confianza y el compromiso, dedícale tiempo. Para, escucha, observa, comunica, implica. ¿Qué clase de cultura quieres en tu empresa?